domingo, 4 de enero de 2015

Mi momento más perfecto.

Entré a la habitación con el sol entrando por la ventana y él dirigiéndose lentamente hacia mí. Sonriendo y sosteniendo la mirada, me tomó de la pera, besó mi frente, y con su pulgar acarició mi mejilla. Un instante así y su expresión cambió como si se olvidara de algo importante, me ordenó que cerrara los ojos y sentí sus pasos alejándose. La luz desapareció, la música se detuvo y sentí a alguien cerca. Sentí sus labios cerca de los míos mientras me tomaba de la mano y me adentraba a la habitación. Colocó su mano en mi cadera, y a pesar de que eso me incomodara, eso no importó. Abrí los ojos. Vi el brillo de sus pupilas, sentí cómo me miraba a mi como si no importara nada más en el mundo, sentí cómo no me importaba más nada que estar con él. La música empezó a sonar al mismo tiempo que una sonrisa se le formaba en el rostro. La reconocí al instante, era Together de The Raconteurs. Apoyé mi cara en su pecho, con mi vista dando hacia las cortinas cerradas y los rayos de luz intentando entrar. Mis brazos apoyados en sus hombros, abrazándolo por su cuello. Sentía sus latidos, suaves, despacios. Sus brazos a mi alrededor me hacían sentir protegida, incluso de mi misma. Sentía su boca apoyada en mi pelo, e imaginaba que cerraba sus ojos al igual que yo mientras nos movíamos al compás de la canción.
No terminó la canción cuando fue que apoyó su frente en la mía con su mirada clavada a mis ojos, su mano acariciando mi pelo, su boca a una distancia bastante agradable de la mía, lista para decir algo.
-Quería que llegara el momento justo para decirtelo, pero hasta ahora nunca se daba.
-¿Decirme qué?

Respiró hondo disimuladamente aunque igual lo noté, al igual que su esfuerzo por decirlo.

-Que quiero que seas mi novia, Agus. Quiero presentarte como mi novia a mi mamá, papá, familia, amigos y las amigas que odias. Y conocidos. Quiero que seas vos y nadie más. Eso.

No pude disimular mi felicidad al escuchar esas palabras, no pude aguantar tampoco tanto mi sonrisa como mis ganas de besarlo, que fue lo siguiente que hice. Se sentía tan bien. Saber que alguien te ve del modo que vos lo ves. Que alguien te toma en serio, que deja sus miedos de lado por vos, que te puede dar tanto amor a pesar del desastre que a veces llegas a ser.
Despegué mis labios de los suyos. Jugueteaba con su pelo con mis manos. No podía dejar de mirar sus ojos. No podía desperdiciar ni un segundo esa mirada.
Me acarició el pelo al mismo tiempo que me lo acomodaba y dijo algo más.

-Hay algo más que quiero decirte.

Le sonreí. Pero quería que ese momento tan perfecto dure aún más. Así que le contesté con una excusa tonta.

-Hacelo en la canción que sigue.

Me sonrió, y estoy segura que entendió por qué lo dije. Levantó la vista con una expresión de calma. Besé su pecho y me apoyé nuevamente en él. Esta vez mis brazos estaban alrededor de su espalda, mientras él me abrazaba con un sólo brazo y con su otra mano me acariciaba el pelo.

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